jueves, 9 de agosto de 2018

De cómo mi sueño se convirtió en mi pesadilla (Cierro el blog)

Antes de entrar en materia, solo voy a dar un pequeño motivo por el que llevo más de un año sin escribir en este blog, este iba a ser un blog dedicado a contaros mis andaduras profesionales, serviría para contaros la historia de cómo llegué a ser director de cine.

Me he dado cuenta que no tiene sentido seguir con él por varios motivos: Quien quiere saber cómo me va, me pregunta, y que con las redes sociales, saber cómo le va a una persona (a nivel profesional) es bastante sencillo y más en mi caso.
Por eso es tontería venir aquí a contaros que he publicado mi libro Invade Me, o que estoy en tal o cual proyecto. Si me conocéis, de hablar conmigo lo sabréis ya, sino, con seguirme en las redes sociales pues ya lo sabréis, esas cosas las cuento.

Pero el mayor motivo para cerrar este blog (abandonarlo más bien) radica en su motivo de creación: "serviría para contaros la historia de cómo llegué a ser director de cine". Yo pretendía contaros como alcancé mi sueño, pero hay un problema, mi sueño se transformó en una pesadilla. Hace tiempo, cuando estrené "El CortometraGe, ya si eso que lo arreglen en pospo", en un cine con 80 personas hice la solemne promesa de no rendirme hasta llegar a ser director de cine. Poco después, con el cine aun más lleno, en Kiahewa, delante de 315 personas, lo volví a repetir. Se me quedó grabado en el cerebro con 25 años cuando un realizador me dijo "yo creo que tu antes de los 30 has triunfado".

Tengo 35 años, no he triunfado y recuerdo perfectamente el bajón que me dió a los 30 cuando vi que no cumplía con "mi destino". No os hacéis a la idea de los mal y lo poquísima cosa que me he sentido durante muchisimo tiempo. Me sentía un fracaso que andaba sin rumbo a la espera de que le llegara la oportunidad mientras hacia proyectos gratis con la esperanza de que triunfarán. Bien, ya no más.

Vamos a poner las cosas en su sitio, esto no es un "tiro la toalla", para nada lo es. Esto es un "no hay toalla". Imponerme a mi mismo "triunfar" como condición para ser feliz, convirtió mi sueño en pesadilla. Yo no sé si voy a triunfar, pero es que NO TENGO QUE TRIUNFAR.
Al publico que me vió prometerle que nunca me rendiría, perdona pero ¿por qué tengo yo que daros cuentas a vosotros de nada?. Esta es MI VIDA, la vivo yo y yo afronto las consecuencias de mis decisiones, así que QUE LE DEN POR CULO A TRIUNFAR COMO DIRECTOR DE CINE. Voy a ponerme otra meta, ser feliz, simple y claro. Crear historias me hace feliz? si? pues lo hago. Que triunfo, bien, que no, también. Amo crear historias, ahora en mi andadura como escritor lo he redescubierto aún más al tomar un camino que no implicaba pedir tantos favores ni tener suerte o presupuesto.

Querido mundo, yo voy a crear historias porque me gusta, lo adoro, me apasiona. Si os gustan mis historias, estáis más que bienvenidos a disfrutarlas, si no son de vuestro agrado, no pasa nada, hay mucho donde elegir. Mirad este vídeo, por favor, es importante.

   

 La imposición de "triunfar" que yo me hice, no me ha dejado ser feliz, no ha hecho más que frustrarme y despedazarme por dentro. Ya no más, no tengo que triunfar, no tengo que cumplir una promesa que no debía hacer, ante unas personas a las que no le debo nada.
Si que le debo algo a alguien, a mi. Me debo ser feliz.
No sé si llegaré a ser director de cine, o escritor famoso. No me importa eso.
Me importa hacer hoy lo que me hace feliz.
Me importa quererme y no sentirme un fracasado, porque no lo soy.
Me importa enseñarle esto a mi hijo y que no caiga en la depresión como lo hice yo.
Quiero ser mejor por eso, por él, pero sobre todo por mi.

miércoles, 26 de abril de 2017

SOBRE LOS LIMITES DEL HUMOR


Voy a comentar algo aquí que lo mismo no debería. Pero aun me queda un cachito de fe en la libertad de expresión.
Quiero comentar la diferencia entre REALIDAD y FICCIÓN. Partimos de una base, LA FICCIÓN (que luego definiremos) NO AFECTA EN ABSOLUTO A LA REALIDAD A MENOS QUE TU LO CONVIERTAS EN UN PROBLEMA REAL.
Por ejemplo "Cada vez que lavo el coche, llueve". Perdona, pero la meteorología no se basa en vigilar tu vehículo. Os parecerá una chorrada, pero y si el tipo DE VERDAD CREE FIRMEMENTE, en que si lava su coche, lloverá. Pues que eso condicionaría su vida, haría cosas y dejaría de hacer otras.
Esto pasa hoy en día. Obras de ficción (e incluyo el humor, incluyendo los chistes y hasta los tweets) se están viendo afectadas y censuradas cuando SON PUTA FICCIÓN.
Dejando el humor pa luego, si yo cuento una historia donde una chica de bien, llamemosla "Sigfrida", es violada y asesinada. Pues dará pena, evidentemente (empatía, eso es bueno), pero es que Sigfrida no existe, eso que he contado, no ha pasado, no ocurrió. Si que ha ocurrido a otras personas, personas reales, desgraciadamente. Esos casos se deben tomar MUY en serio, el de Sigfrida no.
Debo dejar de contar la historia de Sigfrida porque haya gente que le haya ocurrido de verdad? Para no ofenderlas? Para que no recuerden su infierno y les duela? Absolutamente NO, porque precisamente la historia de Sigfrida puede ayudar a concienciar a personas reales de algo que desgraciadamente existe.
Y si la historia de Sigfrida fuera un chiste? ahora es cuando muchos cerebros igualan chiste=burla. MAL. Chiste no es burla. Dejadme que como profesor de comedia os desgrane un chiste. Uno rapido:
Un tio entra en el telepizza con una tia a cada lado.
-Me pone una pizza
-Familiar?
-No, son putas, pero tienen hambre.
1ª Lección: Es un chiste popular, POPULAR implica que se ha contado muchisimo, si se ha hecho POPULAR es porque ha hecho gracia. Por tanto EL PUTO CHISTE ES GRACIOSO, te haga gracia o no a TI. Es más, a mi, no me hace gracia, pero es gracioso, PORQUE HA TRIUNFADO HASTA HACERSE POPULAR. Si a mi NO ME GUSTA el Quijote, no puedo decir, o mejor dicho, NO TENGO LA POTESTAD de decir que es una mierda, porque ha triunfado y se considera uno de los grandes clásicos de la literatura española. Solo puedo decir que "según mis gustos y criterios" es una mierda.
2ª Lección: En la comedia se diferencia dos partes, la premisa y el remate, la premisa da la información y el contexto, el remate usa la herramienta (la que sea) que provoca la sorpresa y esta la gracia. En este caso, se hace un juego de palabras "pizza familiar" "persona de tu familia". El chiste no va sobre las putas, no define a las putas, ni va dirigido a ellas ni las cataloga como seres de una u otra cualidad. Solo están ahí. De hecho podría contarse sin ellas, pero la sorpresa de que "en realidad esas dos mujeres eran prostitutas, ¡no me lo esperaba!" es lo que hace gracia junto con el juego de palabras.
3ª Lección: No se ha dañado a ninguna puta durante este chiste. No, en serio, te acuerdas del principio de este tochaco? pues eso, nadie ha sufrido más o menos en su periodo de prostitución por culpa de este chiste.
Conclusión: En el chiste no se habla sobre las putas, se habla sobre las pizzas y el hecho de que uno de sus tamaños se denomine "familiar".
Y ahora vamos con las contraposiciones.
-"Divulgar este tipo de chistes hace que veamos normal la prostitución, cuando es algo aberrante y machista". FALSO, yo llevo toda la vida viendo videojuegos violentos, películas, series y etc. Si ocurriera un asesinato delante de mi cara, te aseguro que no me dejaría insensible. ¿Vemos la prostitución como normal? SI, pero no por los chistes o por las historias, sino porque GENTE HABLANDO EN SERIO, HABLANDO DE HECHOS REALES, NOS LO HA HECHO VER COMO NORMAL. Estoy de acuerdo en el "es algo aberrante y machista". Por cierto, llevo toda la vida escuchando chistes de drogas, y no me han incitado a probarlas.
-"Los adolescentes y los niños aprenden de estas cosas, y pensarán que es y debe ser así el mundo". FALSO, Adolescentes? si con más de 10 años no distingues entre realidad y ficción (una cosa importa, la otra no) tienes un serio problema. Lo mismo no te han educado bien (sorpresa, existen malos padres y no les gusta enterarse de que lo son, por lo que atacan a quien lo dice). Y si en cuanto a los niños, MANTEN A TU NIÑO LEJOS DEL CONTENIDO QUE NO DEBE DE VER, NO AL REVÉS. No seamos bestias, acércate al piano, no al revés. Adaptate al mundo, no adaptes el mundo a ti.
-"Contar un chiste de putas es burlarte de su sufrimiento". FALSO, me estoy riendo del juego de palabras con "familiar", no del sufrimiento de nadie. Es más en un chiste tipo "con adjetivo" (chistes que adjudican un adjetivo a un colectivo o persona) que son los que SI pueden ser ofensivos, SEGUIRÍA SIN SERLO porque se connota con el chiste que es ficción, NO VA EN SERIO.
Por ejemplo, que queda fuera de LOS LÍMITES DEL HUMOR. Alvaro Ojeda insultando extranjeros, no hay herramienta de comedia ahí, no hay premisa ni remate, hay un insulto, y el que se ríe de eso, se ríe de una burla.
Osea, no es humor. El humor no tiene límites, los límites están fuera, donde ya no es humor, no es para hacer gracia, es para hacer daño, tiene inquina, malicia y desprecio. En el humor no hay nada de eso.
Dedico esta parrafada a otros cómicos que muy sabiamente luchan contra la censura en el humor, como Kaco Forns Ángel Macías Sánchez Iñaki Urrutia David Broncano y tantos y tantos otros que ahora mismo no me vienen a la mente.

sábado, 4 de marzo de 2017

Eustolio, el conductor del autobus de HazteOir



Solo hay una cosa que tenéis que saber antes por si estáis metidos en una cueva y no lo habéis visto en las noticias o simplemente estáis leyendo esto dentro de mucho tiempo y el tema se ha olvidado (que se olvidará): Noticia sobre el autobus de HazteOir.
Resumen de la noticia: Asociación "HazteOir" pasea por las calles un autobus con mensajes tránsfobicos dirigido a los niños.
La historia que voy a contar, no es verídica, sino un cuento basado en "algunos hechos reales" cuya moraleja repasaremos al final.

Comienza el cuento:
Eustolio es un señor de uno cincuenta y pico, de un pueblo de extremadura, pero que trabaja en Madrid conduciendo autobuses para fiestas, bodas, y eventos de todo tipo. Eustolio no es un señor precisamente muy moderno, y si le preguntas su opinión sobre la homosexualidad te diría algo así como "ah, yo que sé. Cada uno que haga lo que quiera, ¿no?. jajajaja" y se reiría un poco bravuconamente porque no le gusta meterse en polémicas de cosas que no entiende bien.

Un día Eustolio, que casi que tiene nombre de movimiento cardíaco, llega a su trabajo y le dicen "hoy tienes que conducir esto, Eustolio" y se encuentra con un autobus naranja pintado con el mensaje "los niños tienen pene. las niñas tienen vulva. Que no te engañen." el mensaje pasa por la mente de Eustolio y no acaba de ver lo malo que tiene el mensaje. Es un hombre simple, de ir a currar, y volverse con su familia, y futbol y bar, y poco más. Al ver el mensaje, la mente sencilla y currante de Eustolio no ve nada malo y piensa "eh... si ¿no?". Pero algo le escama, algo le da mala fibra, es... evidente, ¿no? quiero decir porque nadie va a poner un mensaje tan eviden... ¡ah! esto van a ser los tipos estos que "odian a los maricones" (en palabras de Eustolio) que ya se están metiendo con los chavales otra vez. Si es que los tienen cruzaos, vaya.
Eustolio que no quiere entrar en polémica, que viene de otra generación atrás donde estas cosas no se veían tan normales pero si que ya había nacido el "cada cual que haga lo que quiera", le dice a su jefe.
"Bueno, pero esto... a ver si se va a mosquear la gente, ¿no? jajajja" y se ríe bravuconamente como cuando, se pone nervioso, que básicamente es como la risa de antes, solo que acaba de forma brusca.
Y su jefe le responde "Po moma" (que en andaluz significa "pues te aguantas").
"Pero a ver... no ya en serio (antes también iba en serio pero camuflado) esto es un poco fuerte, ¿no? que me van a tirar piedras" vease como la gente de la generación de Eustolio usa la expresión "tirar piedras" cuando quiere decir "rechazo social". Vamos que cuando su sociedad rechazaba algo, le tiraba piedras. Esto no es que él sea un paleto de pueblo, esto es una parte de la herencia cultural de la España de hace poco.

"Eustolio no me lie má la cabesa ar favó, tu conduse autobuse, ¿no? pues ala, a juí (que en andaluz significa, "en marcha")

Y Eustolio se monta en el autobus, con reservas, sabiendo que eso no le va a gustar a la gente. Pero no puede negarse, porque se lo ha dicho su jefe. Y el jefe en la sociedad y generación de Eustolio, es el patrón, y se hace lo que diga el patrón. Porque si no te vas "a la puta calle" que significa quedarte sin el sustento para tu familia y además de forma deshonrosa (no en plan japones, pero a mitad de camino al menos). El jefe de Eustolio es un poco mamón, pero él de siempre ha visto que los jefes son así "porque sino nadie les respeta" (dejemos esto para otro cuento).

Pues como Eustolio no es precisamente un martir de sus ferreas ideologías, se mete en el autobus pensando "verá tu verá tu". Y sale, y conduce, y nota como la gente se le queda mirando y pone malas caras.
Y al principio Eustolio se siente mal por ir ofendiendo "a los pobres maricones que no le han hecho daño a nadie, y bastante tienen ya con lo suyo" (es un poquito bruto nuestro protagonista, no lo vamos a negar). Y la culpa lo atormenta, no mucho, porque "a ver, yo estoy trabajando, este es mi trabajo" y ese paradigma justifica todo.

El caso es que en un semáforo Eustolio le ha parecido escuchar un insulto "hijos de puta!!". Bueno, está conduciendo por Madrid, es normal "será uno de estos con un BMW, los de los BMW son unos cabrones" se dice a si mismo. Y continua conduciendo, luego en otro semáforo "BOOM!" algo ha golpeado el autobus. "So ka sio?!" se dice a si mismo. Efectivamente, le han tirado una piedra. "Niñatos!" piensa por un momento, luego recuerda el naraja del exterior y el mensaje homofobo (Eustolio no tiene ni idea de lo que es Transfobo, bueno ni homofobo, solo sabe que "vive y deja vivir"). El susto del golpe le ha hecho pasarlo mal, pero a ver "es que estoy trabajando" piensa "que le tiren piedras al cliente, que ha pagado el autobus".
Pero al cliente no le tiran piedras, le mandan tweets, que ya te digo yo que no duele como las piedras. Y menos cuando solo tienes que bloquear a la bióloga de turno para no verla jamás (va por ti, Miri).

Estando Eustolio escuchando los 40 en la radio, cuando de repente en las noticias ¡hablan de él!. "A Dios!" dice, no como despedida sino como sorpresa. Hablan de un autobus con un mensaje tránsfobo, que insulta a los transexuales y se pasea por Madrid. Varias asociaciones han protestado, han denunciado y han mandado a la policía a parar el bus. "Bueno" piensa Eustalio "si me para la policía pues me para la policía" como admitiendo que es la excusa perfecta para dejar lo del bus sin perder el trabajo cuando su jefe se entere. Pero la radio dice algo más "asociaciones en defensa del colectivo LGTB se están coordinando para en forma de protesta, detener el autobús". "A Dios, la virhen!" blasfema de nuevo Eustalio, porque eso para él significa "me linchan! me apalean! me afostian!".
Y oye, que el solo "está haciendo su trabajo" y que "ya se están pasando un poco los maricones, a ver si me van a pegar y tó".

La policía aparece, lo para y Eustolio no ofrece resistencia alguna, es más los recibe como agua de Mayo. Teme que lo puedan linchar. La gente se acumula en los alrededores "Es el bus de las noticias, ¿no lo has visto en twitter?" espetan algunos. Y comienzan a llegar los insultos, se diría que es contra el bus, pero la gente mira a ese que la policía escolta, Eustolio. Y alguno que otro a los policías por defenderlo. Y aunque Eustolio no alcanza apenas a oir, sabe que le están atacando y entonces ¡sucede!.

Nace en Eustolio algo que no había antes, algo que empieza minusculo pero se extiende más rápido que el cáncer: el odio. Porque le están atacando, y tu a los que te atacan no te "pones en su punto de vista a ver si tienen razón". A los que te atacan, los odias, porque te atacan.

"Putos maricones estos! que yo no he hecho na! que me dejéis carajo!." Y poquito a poquito tenemos a Eustolio en el otro lado, junto a los de HazteOir. Porque "los maricones ahí donde los ves, tienen una mala hostia! de pobresitos na!". Ahora Eustolio es transfobico y homofobo y si su hijo "le sale maricón, le doy dos hostias y lo arreglo". ¿Porqué? Porque Eustalio "no entendía de esas cosas" pero respetaba, respetaba hasta que le han faltado al respeto a él.

Moraleja:
Este cuento no va sobre la homosexualidad, ni la transexualidad, va sobre el odio. Me ha costado mucho llegar a conclusiones sencilla de un tema tan complejo, pero ahí va: "el fuego no se apaga con fuego".
A veces, aun teniendo razón, la perdemos, por las formas.
Me explico, cuando veas odio, del visceral, del irracional (aunque se vista de argumentos de neandertal) piensa un momento. Qué quieres hacer con esa persona? Desahogarte? entonces insultale, no racionalices, no argumentes, si tu objetivo es desahogarte, insulta y golpea sin piedad. Pero con eso no harás un mundo mejor, y tampoco te sentirás mejor tu. Te llenarás de odio, te harás adicto a él, te volverás alguien más agresivo. Justo, justo, como ellos.
¿Entonces qué? ¿argumentar?, valora si estimas a esa persona, valora el esfuerzo de argumentar y debatir con alguien y sobre todo valora hasta donde. Porque para debatir con alguien, ese alguien tiene que estar dispuesto a cambiar de opinión. Si no, no debatas. Si lo haces (sin atacar, claro, desde el respeto), que sepas que ese esfuerzo es para hacer un mundo mejor.

Y hay tercera opción? claro! ignorar, ignorar es como el agua, refresca.
Un tío gritando barbaridades en mitad del parque cuando todo el mundo pasa de él, se acaba cansando y se va.
No se calmará porque razones con él, durante años.
No se callará porque le grites.

Vivimos en un mundo donde podemos oír a todos, pero sólo escuchamos a los que gritan más.
Creemos que el mundo es una mierda, porque solo escuchamos a los que gritan más.

Recuerda que no importa lo que hagas, no se van a callar.
Razona si lo ves conveniente, ignoralos si lo ves conveniente. Pero no los ataques, porque tu odio no les hace gritar más, y a ti, volverte uno de ellos.