Antes de darle explicación a este título tan llamativo déjame ponerte al día sobre otros aspectos profesionales de mi vida.
- El guión de la peli que escribí, se paró todo. Me planteo hacerla en libro para darle salida. Me niego a que un trabajo de años se pare por completo por culpa de que "Es que no se puede, es muy difícil, uy que va imposible". Quedaría mejor como película, si. Pero como libro no tengo limites de presupuestos ni mierdas varias.
- Estaba en una obra de teatro como director, ya no estoy por incompatibilidad de horario.
- Estaba dirigiendo el Open Mic del Regia, ya no estoy por incompatibilidad de horarios y falta de público.
- Mi carrera como cómico está en stand by, no tengo actuaciones de momento, en las últimas apenas acudió gente. Parece que es algo generalizado en esta isla, últimamente poco público viene a los monólogos de cómicos no famosos.
- Estaba en un espectáculo cómico con otros compañeros llamado Mojo por Ojo. Se ha cancelado por falta de público.
- Estaba planeando otro espectáculo cómico con otros compañeros llamado La Cosa Esta. Se ha cancelado por incompatibilidad de horarios.
- Estoy trabajando en una empresa llamada La Casa Animada, como ayudante de dirección. Estoy muy a gusto, grandes compañeros y una jefa con la que aprendo muchísimo. Si pudiera pedir algo, solo pediría que aprovechen más mis ideas. Pero lo dicho, todo guay.
Y ahora bien, ¿porqué el título? ¿porqué no estoy depresivo y triste con la de proyectos que se me han caído?. Porque me levanto una hora antes. Si, me explico.
Como sabéis estoy escribiendo un libro llamado Invade Me con Mauro Civera (hermano de armas). Incluso tengo un grupo donde algunos amigos y conocidos chequean cada capítulo que escribimos y me dan su feedback.
Con el libro me he atrancado mil veces, por cosas que hacer, porque no se me ocurre nada o por lo que sea. Pero es ahora mismo el proyecto en el que tengo puestas todas mis esperanzas e ilusiones. Ya no porque piense que va a triunfar, no pienso en eso. Solo pienso que me encanta la historia que estoy escribiendo. Que me encanta por donde va, y hacia donde se encamina. Simplemente, quiero contar esta historia. Y créeme, la contaré, la autopublicación es lo que tiene. Para esa idea no tengo que buscar a alguien que crea en mi trabajo, o lo vea financiable, no tengo que recortar ideas para que se ajuste a un presupuesto, ni tengo que ir a Cojonesburgo a hacer un spitch a gente que está mirando su twitter para convencerles de nada. No, autopublico y punto. Lo mandaré a editoriales por si cae la mosca, pero autopublicaré sin duda. Y en digital, que sale barato.
Lo de las 6, si, perdón.
Yo me levantaba todos los días a las 7, ducha, sacar a los perros, hacerme un bocata pa luego, y al trabajo (Unos 45 minutos de coche). Menos los Viernes, que me levanto una hora antes, porque entro una hora antes. Osea que me levanto a las 6. Me mareaba mucho abrir los ojos de noche y pensar "¿Son las 6? ¿hoy es cuando me levanto a las 6 o a las 7?". Pero aun más importante, me quemaba mucho saber que no estaba escribiendo y que todos mis otros proyectos estaban parados.
Así que me dije, "Joder (si, me digo tacos constantemente) ¿y si me levanto siempre a las 6 y le dedico una hora a escribir cada día (menos viernes y fines de semana)?".
Admito que al principio pesaba, pero al tener unos horarios fijos el cuerpo se acostumbra que da gusto. Me levanto, hago todos mis quehaceres matutinos y luego me pongo a escribir justo antes de ir a trabajar. Y encontré todas estas cosas buenas.
- El móvil no te distrae, nadie wasapea a esas horas.
- Aprovecho la ducha y el paseo con las perras para madurar ideas.
- A esa hora, la parte de tu mente que se dedica a distraerte, está dormida.
- Estoy lleno de energía (pese a todo) porque estoy recién descansado.
- Me levanto con ilusión por las mañanas porque voy a escribir. Por ende, me acuesto ilusionado por las noches.
- La rutina me da destreza, cada vez escribo más rápido, mejor y me cuesta menos centrarme.
- No solo no molesta el móvil, nadie me llama para pedirme algo, o para nada, en serio, no hay distracciones.
- En el trayecto al trabajo pienso en lo que he escrito (que lo tengo fresco) y que toca para el día siguiente.
- Tengo una meta de 500 palabras por sesión (Scrivener, programa de escritura maravilloso, me lo va controlando). Aunque suelo batirla. A veces me quedo en 400 y a veces llego a las 900 y pico. No es una barbaridad pero hacerlo cada día es tener buen ritmo.
- Me alegra las mañanas :) voy de buen humor y contento al trabajo.
- Cosas positivas sobre mi sistema digestivo que no especificaré aquí.
- Y etc (que no me acuerdo de todo).
En conclusión, si eres artista y ves que no le dedicas tiempo a tu sueño, y por lo tanto estás algo depre, te recomiendo que te levantes una hora antes. Si lo sé, da pereza, mucha, muchisima. Y tienes que acostarte antes, claro, putada. Pero créeme, que si te obligas cuatro días, luego ya no lo puedes dejar.
Porque nen, nuestros sueños nos dan la vida :)
P.D. Y mira por donde, quien me lo confirma.
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